Como bien dices, el apéndice humano (situado al final del intestino) es uno de los ejemplos más usados cuando hablamos de órganos vestigiales.
Como recordarás, denominamos órganos vestigiales a aquellos órganos que actualmente no se usan para la misma función que cuando se originaron por primera vez durante el proceso de evolución.
Pero…. ¿Eso quiere decir que actualmente no tienen ninguna función?
El apéndice humano se considera vestigial porque que se cree que ha perdido todas o la mayor parte de sus funciones a través del proceso de la evolución. Sin embargo, no está claro que lo sea ya que los científicos no están completamente seguros de cuáles fueron sus funciones cuando apareció en la evolución.
La presencia del apéndice en diferentes animales durante la evolución sin duda demuestra que en varias especies de animales tuvo una función importante a la hora de adaptarse al tipo de alimentación que tenían, concretamente se cree que está relacionado con la digestión de hojas y otras plantas (el apéndice tendría en su interior bacterias que digieren la celulosa de las hojas). Por lo que los humanos al evolucionar a partir de los primates (cuya dieta es fundamentalmente hojas y frutas) mantenemos el apéndice como una señal de nuestro pasado. Conforme los humanos comenzaron a comer alimentos más fáciles de digerir (carne por ejemplo), se volvieron menos dependientes de la celulosa en las plantas para obtener energía. Por tanto, el apéndice se fue haciendo menos necesario para la digestión y los humanos que tenían un apéndice más pequeño podían sobrevivir.
Además, muchos científicos creen que tiene también una función inmune (protegernos de todos aquellos virus, bacterias, etc, que nos ponen enfermos y que se pueden encuentran en lo que comemos).
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