Perfil

Os preguntareis ¿Cómo era María de pequeña?, pues bien, desde niña he sido siempre muy curiosa. Recuerdo que cuando era pequeña constantemente le preguntaba a mis padres el por qué de las cosas (a veces para ellos era difícil tener una respuesta para todo…), pero además me encantaba meterme en el bosque y crear mis propias aventuras, montar a caballo y sentirme parte de la naturaleza. Siempre tuve claro que es muy importante hacer de tu pasión tu trabajo por lo que luché toda mi vida  por hacer lo que me gustaba…¡Ser BIÓLOGA!

Durante estos años he viajado por muchos países diferentes (Emiratos Árabes, Suecia, Dinamarca, Jordania…) con el objetivo de conocer otras culturas y posibles sitios donde trabajar. Sin embargo, la verdadera aventura empezó en Vigo (Galicia) donde actualmente estoy haciendo mi tesis doctoral en el área de genética. Os preguntareis ¿por qué has elegido genética? Siempre me han gustado los animales pero desde hace dos años he descubierto que con la genética puedo navegar hasta el fondo de cualquier animal para entender cómo se comporta y que lo ha llevado a ser como es ahora. Como os imaginareis, ¡La primera vez que me dijeron que podíamos llegar hasta el ADN de un animal me quedé boquiabierta! y es que la genética da para mucho y puede llegar a ser muy divertida.

Para los que os preguntáis qué estoy haciendo ahora mismo, os diré que estoy haciendo una estancia en el norte de Noruega, en Tromso. Sin duda es un sitio espectacular para trabajar pero también para vivir aventuras como poder ver auroras boreales (como la de la foto) y despertarme cada día rodeada de nieve.

Mi trabajo como investigadora comenzó algo diferente a lo que hago ahora. Al principio quería ser taxónoma (son las personas que identifican y les ponen nombres a los animales, plantas…) por lo que empecé a trabajar con babosas y caracoles. Puede que al leer esto no os entre emoción ya que mucha gente odia a las babosas, pero este trabajo me llevó a sitios espectaculares como los Pirineos o los Picos de Europa. Mi trabajo consistía en coger a estos animales para estudiarlos además de entender cómo vivían. Para poder hacerlo, me pasaba horas en el bosque (incluso de noche). No os imagináis lo increíble que es estar en el medio del bosque rodeado de animales, estrellas y el sonido del río…

Todo cambió desde hace dos años cuando empecé mi Máster en Acuicultura y decidí centrarme en la genética. Ahora mismo trabajo con científicos que intentan mejorar los peces que comemos y conseguir que se reproduzcan en tanques en tierra para no tener que sacarlos del mar. A este cultivo de peces y otros animales se le conoce como Acuicultura y es cada vez más importante porque intenta reducir el daño que hacemos a los océanos para poder comer cada día.

Un típico día en mi vida…¡Cada día es muy diferente! Algunos días tengo que estar horas en el laboratorio mientras que otros no paro de moverme y viajar.

¡Lo más importante de mi rutina es que al terminar el día sienta que he hecho muchas cosas!

Con el premio me gustaría crear actividades de divulgación para que tanto niños como adultos puedan estar al día de que hacemos los investigadores. Además creo que la Acuicultura necesita ser más conocida por todos por lo que me gustaría crear talleres en los que los niños puedan ver en lo que estamos trabajando y cómo conseguimos que los peces que se comen estén tan ricos.